Dudo hoy de que la pasión
no lleve consigo alguna parte de violencia
-mio su rostro, mia su piel-
Ni que sus ojos
sean el resumen de mi propio mundo,
tan pequeño que cabe a un solo golpe
en la inmensidad de su mirada castaña.
Que su voz luce gemidos firmados con mi nombre
cuando de noche me vuelve el egoísmo
-mios sus labios, mias sus curvas, mia su piel-
y que caminar a pasos cortos
en la calidez de su cuerpo tibio no sólo se saborea con la boca,
sino con todas y cada una de las palabras que escribo,
y que no escucha,
dormida en el olvido de sí misma y el miedo a perder.
Pero cómo rescatar los recuerdos
si incluso yo he olvidado al mismo olvido.
Como Salinas,
yo beso de nuevo el beso que no está,
beso el recuerdo de tu aliento hacia mi boca
y el susurro de tu nombre,
y así te atraigo hacia mí
-mia la caricia que recorre su espalda, mia la melodía de su voz, mia su piel-
Que el vuelo de su cabello al viento me roza el alma
y acaricia leve el corazón.
Y efímeras se hacen las palabras
- que escribo y guardo en el olvido que incluso yo ya no recuerdo-
cuando la necesidad hace mio el
rubor de su existencia.
1 comentario:
No me puede gustar más
Es genial!
Un Beso :)
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