sábado

Me recordó a un payaso de sonrisa falsa, esforzándose ya casi sin fuerzas por mantener viva una serie de palabras que solo intercambiaba consigo mismo queriéndole darle importancia de conversación.
Pero mi pasayo no tenía zapatos grandes, ni pantalones anchos, ni nariz roja ni pintura en los labios. No había gracia en ningún matiz de su voz. Asi que sin nada de todo eso, quedaba un escurridizo ser de mirada afilada, enchaquetado y a buen ver. Alguien que en el fondo mentía y desgarraba su propia alma para encerrarse en una jaula de oro, siendo solo payaso del tiempo y una mera burla del Destino.

8 comentarios:

Almenara dijo...

Hermoso texto. Mientras lo leia pensé: "De cierta forma todos somos ese payaso, que bien como dices tú, no tiene zapatos grandes, pantalones anchos... Es una simple persona que intenta reflejarle al mundo una sonrisa que por dentro es muy amarga. Y claro, todos estamos llenos de problemas, de disjustos pero siempre lo disimulasmos, quizás para no verlos fragiles.

While dijo...

¡unbonitotexto!

Bika Thraumer dijo...

Que bello te quedo. Besos.

El Drac dijo...

Ya me habían dicho que cuando una mujer nos saca de su corazón, ¡¡en verdad nos sacan!!! Un abrazo

Anónimo dijo...

muy bello!

Anónimo dijo...

¡Impactante! Las últimas lineas me encantan.

Mily dijo...

A veces viene bien ser una mera máscara. Por los demás y, a veces, por uno mismo.

Reindeershorns dijo...

Precioso :)