Lloro como si me hubieran arrancado el mecanismo interno que posee mi corazón para funcionar, ese remoto que a veces no siento pero que siempre ha estado ahí, como una fuerza inamovible.
Dejó de moverse con la misma facilidad con la que un día comenzó a latir sin pausa y con algo de deprisa.
A veces pienso que es casi como un juguete, que a su antojo se mueve y me arranca el aire de los pulmones, dejándome la piel mustia de tristeza, rígida y acartonada porque ya nada la endulza, porque sabe a dolor, y es amargo.
Lloro y noto como cada resquicio de mi cuerpo llora conmigo la ausencia, porque estoy llena de amargura, llena de pena..
Dejó de moverse con la misma facilidad con la que un día comenzó a latir sin pausa y con algo de deprisa.
A veces pienso que es casi como un juguete, que a su antojo se mueve y me arranca el aire de los pulmones, dejándome la piel mustia de tristeza, rígida y acartonada porque ya nada la endulza, porque sabe a dolor, y es amargo.
Lloro y noto como cada resquicio de mi cuerpo llora conmigo la ausencia, porque estoy llena de amargura, llena de pena..
2 comentarios:
Me encanta como escribis, también he pasado por esto. :s
Oh, pero que comienzo tan brutal (una entrada verdaderamente buena)
Crêpes
rellenos de
sonrisas.
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