Y gritó: ¡Yo soy tu llave! Soy la puerta hacia el placer y el candado hacia lo morboso. Tú sin mí no existes, al igual que yo sin tí no me hago más que una muñeca rota.
Soy tu aire y tu alimento, y es desnuda como ansias mi piel con la boca.
Sin mí, todo tu yo estaría perdido...
6 comentarios:
(mejor hacerla caso, ¿no?)
dioosss...me encaaantoo!
un besiiitoo!!muuaaaCk!
te veo x mi blog!
Definitivamente, si hay que gritar, se gritan cosas como ésta.
Esa seguridad le volverá loco.
Eso es digno de aplaudirse, me fascino, me encantó!
Kuss
Que bonitas palabras, cuanta razón.
Y cuanto se necesitan!!
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