jueves

Joder, lo que dolía el tiempo separadas ¿eh? El daño que hacían las mentiras, como esa de la carretera americana, el coche y la música a tope, con alguna de aquellas canciones que nunca nos gustaron pero que nos sabíamos las dos. 
Como jodía el vacío en el pecho y el recuerdo en la memoria, constante y molesto, en modo repitición, como dirías tú. Pero que burra eres. Aunque me gustaba que no pudieras mantener la boca cerrada, te hacía más sincera que muchas.
¿Y ese "Oye, P., te hace un baile" cuando sabías de sobra que yo odio bailar? ¿Lo recuerdas? Te levantabas entonces y te ponías a convulsionar tu cuerpo en plan esquizofrénica, porque A., nunca has sabido tener ritmo. 
Pero lo que más nos gustaba era el silencio. O al menos a mí. Cuando nos tirábamos en la cama y nos enredábamos, dejando que pasase el tiempo, el espacio, los problemas, la arena del reloj. Siempre bufabas cuando la alarma del móvil -quizás el único ancla de realidad entre nosotras- sonaba. Y te levantabas y te vestías. Luego cogías tu guitarra y me guiñabas un ojo en plan provocador porque siempre has sabido que no lo soporto -tonta- y tu mano me hacía ese curioso gesto para decir adiós. Me gustaba las veces que te ibas al pub a tocar, el aire seguía oliendo a tí mucho despues.

3 comentarios:

Lorena dijo...

Me encanta!
Cuantas veces abré buscado yo ese olor (su olor) en mi almohada, y cuantas otras hace tiempo me he entristecido al notarlo en el aire recordándome cosas que quería olvidar...
Sencillamente precioso :)
Un beso!

Miss J dijo...

¡Me encanta!

Limón. dijo...

Percibo cierto resentimiento en tus palabras...

Es genial, te sigo :)