viernes

Noté como mi cuerpo me avisaba de algo que mucho antes no había estado ahí. 
La idea de dormir solo se me antojó pesada en los hombros, un peso excesivo e inútil que me dolía.
Quizás, y solo quizás, una parte de mí se hubiera ido con ella mientras el hueco de mi cama se dedicaba a hacerse más grande de lo que recordaba.
A veces resultaba extraño dormir sin ella, como si realmente me fuese a volver loco sin su olor, sin sus labios y con la dependencia besándome el alma, retando a mis ganas, consumiéndome por fin en un gemido lastímero que solo la oscuridad oiría; porque ella se encontraba lejos, donde la perdí aunque nunca quise perderla, donde la dejé aunque prometí abrazala siempre, donde me bastaba su presencia y una sonrisa.
La respiración se me acelera. Mi aliento huye entre mis labios. Hay vaho en la ventana. ¿Miedo? A caer, a no sentir, a no ser. Como si gracias a que Miriam se haya ido me hubiera dado cuenta de que he perdido, derrotado por otro igual, y que no tengo nada que hacer que perder mi vida sentado en el suelo y tal vez buscar. Buscar la salida y mi esperanza, como si de un prófugo me tratase, con esas segundas oportunidades que solo aparecen como si fueran milagros que de poco sirven a veces.
Me veo roto, a lo mejor desorientado. También firme, sin saber hacia dónde ir pero teniendo claro el lugar que no podré pisar de nuevo. Mi propia cárcel.
No sé si necesito que mi boca se mueva y diga algo, y alguien sepa -alguien más que yo- que existo, que sueño y respiro, que soy un soldado y un juez exigente. Que doy órdenes a mi corazón para que no sienta; que es más cómodo tenerlo callado y mudo porque así los recuerdos duelen menos y puedo finguir que las palabras no fueron más que un invento de mi mente.
Prefiero mirar el mundo desde aqui arriba, Miriam, desde mi tejado de tejas sin color y brisa triste. Y no hablar, guardar silencio y tampoco sentir. Dejar pasar el tiempo y la rabia. Porque no quiero curarme. Todavía no. Voy sin prisas, Miriam, sin prisas por vivir, como siempre.

5 comentarios:

Diario de nuestros pensamientos dijo...

sin prisas deberiamos vivir... porq el amor puede ser paciente cuando es de verdad

FranJoPeGar dijo...

Usted tiene algo en mi blog ;)

B. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
B. dijo...

Náufragos en el oscuro mar de nuestra propia cárcel. Muchas cosas se reducen a eso.
Me ha gustado mucho ;)

D.
PD. (No se qué ha pasado con la anterior, blogger me odia mucho)

Bika Thraumer dijo...

El dificil sentimiento de soledad u.u