Aquello era terriblemente aburrido. Peor, mucho peor que aburrido. Claro que no, peor no era la palabra. HORRIBLE. HORRIBLEMENTE ABURRIDO.
Esta tarde, si no hubiera empezado a nevar con tanta fuerza, Ellyn yo habríamos ido al bosque que hay al lado de casa a jugar con las hojas caídas. Tengo la sensación de que los árboles nos echan de menos. ¿Y sabeis lo peor peorcísimo de todo? Que Ellyn a sonreido, se a sentado en el sofá con un libro y se ha puesto a leer cuando le he dicho que no podríamos ir. Es una mala persona, que lo sepais.
Así que yo ahora me abrazo a mí misma sentada junto a la ventana. Solo llevo una camiseta y hace mucho mucho frío.
Miro de reojo a Ellyn durante un rato.
- Deja de fulminarme con la mirada princesa-me dice con calma, sin despegar la vista del libro.
Veo como casi sonrie. Casi.
- No quiero. NONONONONONONONO- la miro con dulzura- quiero.
Ella ni siquiera se inmuta.
- Eeeellyn, no me ignores, por fa.
- Vale.
Un minuto, dos minutos, tres minutos.¡Y Ellyn sigue ignorándome!
Me levanto pisando fuerte y le quito el libro.
- ¡Eh!
- No me ignores- repito enfurruñada.
Me siento en el sofá, dejando el libro en la mesilla.
- Juguemos- me dice.
¡Por fin algo divertido!
- A lo que quieras- y sonrío.
La miro con ojitos de cordero degollado y una GRAN sonrisa infantil. Ella sonríe divertida y entonces me dio cuenta de que metí la pata al decir eso.
- Al ajedrez.
Y ahora pongo cara de asco y Ellyn sonrie feliz. Le encanta picarme.
Tontatontatontatontatonta.
Abro la boca para quejarme, pero me sella los labios con un dedo.
- Has dicho a lo que quisiera. - susurra.
Se levanta a por el tablero y yo mientras cruzo los brazos. Nota mental: No volver a darle el poder a Ellyn. ¡Que el poder es mio, hombre!
Llega con el trablero y nos sentamos en el suelo. Creo que pasaron siglos, pero no sabría yo que deciros.
- Me aburro.
- Eso ya lo has dicho.
Esa maldita sonrisa no se va de la cara de Ellyn. Le encanta este juego. ¡Dios! Maldita chica irresistible.
- Me aburro.
Me mira y enarca una ceja. Parece enfadada.
- ¿¡Y con qué quiere divertirse la señorita!?
Pongo las manos encima del tablero, a escasos centímetros de sus perfectos labios. Sonrío.
- Contigo.- susurro.
Era cuestión de hacer la pregunta correcta y tener la respuesta acertada. ¡Pero que sepais que odio jugar al ajedrez!
12 comentarios:
ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!
¿Te ha quedado claro? Ñeñeñeñe,para que veas que a veces si firmo!JUM!
ajedres: puedes ganar, o puedes perder...
lindo escrito :)
zaludos!!
Precioso, precioso, precioso!!
Me has alegrado el domingo! me encanta estos "juegos"...
Besitos!!
Yo ni siquiera se jugar.
Ellas dos hacen una pareja encantadora. Me gustan mucho.
Así da gusto jugar al ajedrez !
Besos (:
Al final Kath ha conseguido su jaque mate :)
Buenissimo!!! me encanto,
hay algo que no soporto y jugar ajedrez, no me gusta ni lo entiendo! ejeje xd
me voy a aficionar a las historias de estas dos
:)
Un beso con nieve de invierno!
A mi tampoco me gusta elajedrez...
Me encanta tu texto :).
Aish...que me encanta Kath y Ellyn!
Y esta historia me gusta mucho mucho también.
Me ha hecho mucha gracia esto:
"Nota mental: No volver a darle el poder a Ellyn. ¡Que el poder es mio, hombre!" xDDD
Besazos!
Dile de mi parte a Kath que, si tanto frío hace, se ponga una chaqueta, porque se me va a resfriar y luego no podrá jugar.
MUY BONITAS TUS HISTORIAS...
saludos
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