lunes

Kath quiere comprar la tienda entera.

Jijiji, la he arrastrado hasta aquí. Sinceramente, creo que me odia. Asi que ahora vamos de la mano por las calles grises de Nueva York. Ellyn siempre dice que les pongo color, pero ella diría lo mismo de Francia, Holanda o incluso Yupilandia con tal de verme sonreir.
- Kath... Que llevamos dos horas andando- se queja por enésima vez.
- Que si te duelen los pies, que si llevamos dos horas andando, que si ya he comido suficiente helado.. ¡Eres una quejica, Ellyn!
- Claro, como aquí Doña Generosidad me deja invitarla pues...- ironiza- Si me quedo pobre será culpa tuya.
Pero que buena que soy ¿verdad? La dejo invitarme. 
- Vale,vale.
Pego un saltito a lo Heidi y seguimos andando.
Me encanta andar con ella. La gente se nos queda mirando, pero Ellyn siempre les echa  una mirada con cara de leona loca y los demás se apartan de nuestro camino. ¡Y cuanto espacio queda! Es muy muy divertido. Aunque yo siempre le digo que esa cara es más de vaca lechera.
Me ha confesado que las vacas no dan dulce de leche. Mira que son aburridas esas vacas.
- ¿Pero no te apetecería más estar en casa calentitas, tumbadas en la cama...?- empieza.
Malamalamalamalamalamala. ¡Con eso no se juega, Ellyn! Pero esta vez no cederé a la tentación. Nonononono. Pero es que es tan tontatontatontatonta y se pone tan moooona cuando estamos así... ¡A callar!
- ¡Ellyn!
Rie.
Me encanta su risa. Siempre he pensado que sale de  la bañera de las estrellas. Porque a Ellyn le encanta el agua y las estrellas son muy dulces... Bueno, dejemoslo.
- ¡Ellyn, mira!- exclamo y echo a correr.
- ¡Ey, pero más despacio!
Es una tienda de chuches. Siiiiiiii.
- ¿No vienes?
- Yo me quedo aquí-
Jum... Ellyn y su gusto por las puertas.
Me encojo de hombros mientras la veo apoyarse en el umbral y sonreir.
El suelo es de madera, asi que mis pasos suenan como los de un titán. Y hay muchas golosinas de colores. Todo todo tiene su propio color.
Cojo un puñado de gusanos y se los tiro a Ellyn.
- Aburrida.
- Chica tonta- me contesta entrecerrando los ojos.
Pongo los brazos en jarra en medio de la tienda.
- ¿Qué? ¡Pero bueno! ¿Ya no soy la chica más petable y hermosa del mundo?
Se acerca y rodea mi cintura con sus brazos blanquitos. Siempre le digo que ella es nieta de BlancaNieves. Nieta, porque la princesa esa es estúpida y fea y Ellyn por supuesto que no. Siempre se ríe de mí la muy tonta.
- Eso siempre, princesa- susurra en mi oído.
- Quitate...- murmuro después de que termine el beso.
- Jajaja, Kath se ha puesto rooooojaaaa...
Le saco la lengua y vuelvo la vista a los escarabajos, nubes y bolas de chicle.
Cierro los ojos y sin pensarlo, comienzo a dar vueltas con los brazos extendidos, haciendo girar mi falda.
Se que Ellyn ha enarcado una ceja. Que pervertida.
Abro los ojos y... ¡Bingo! La veo con una ceja enarcada y mirada codiciosa.
Le saco la lengua otra vez - ella siempre me dice que va a escribir un libro sobre  las veces que saco la lengua al día- y compro una piruleta con forma de corazón. Ellyn  me dijo que no podía comprar la tienda entera... Mala persona.
Cuando salimos, lo hacemos en silencio. Raro, raro, raro.
Encuentro su mano y la miro. Sus ojos, su perfecta nariz y la fina línea que dibujan sus labios, como queriendo esconder un secreto que solo ella sabe.
Me paro en medio de una calle atestada de gente a la que le cuesta esquivanos.
- ¿Qué te pasa?- le interrogo señalándola con la piruleta.
- Nada.
Entrecierro los ojos.
- No me lo creo.
- No me pasa nada, Kath- otra vez esa maldita línea en sus labios.
- Jum....
Me da la mano y echamos a andar.
- Pero... adoro tu ropa interior negra.
La veo de reojo sonreir mientras mi cara se pone roja. Yo, vueltas, tienda. NOOOOOOOO.
- ¡TOOONTAAA!- grito, mientras Ellyn es incapaz de guardar su secreto y se rie.

3 comentarios:

Mente. dijo...

Las amoooo*_____________* Y es lo unico que dire al respecto que lo demas ya lo sabes tu^^

Dara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Dara dijo...

Me recuerdan a mis Nanou y Cat.


miau
de
coco