viernes

Si mi boca arañara tu boca
y mi anhelo encontrara a tu anhelo.
Si mañana no fuera mañana porque hemos alargado las horas del día.
Si después de fundirnos no puedes despegarte de mi cuerpo
y quedas atrapada para siempre en mí.
Si cada rincón de tu alma tiembla
y siente frío si mi piel se marcha.
Si mi pecho dejara de ser almohada.
Si refunfuñas cuando el Sol te despierta y me pides bajito unas horas más,
y yo, testarudo, muevo cielo e infierno para que la vida vaya un poco más despacio.
Si me quedo contemplando tu manera de amarme.
Si desaparezco un día porque he ido a buscarte, ya que te has escondido de mí.
Si te enfadaras porque te hago cosquillas.
Si mi peso te pareciera demasiado, donde fuera -en los hombros, en la mirada, a lo largo de ti- y te removieras  para intentar escapar, y por tonto yo no lo viera.
Si somos antítesis y aun así nos queremos.
Si no se arqueara tu espalda recíproca a mi movimiento. Bueno, yo no sabría qué hacer si fuera eso.
Si el maldito destino no cambiara mis caminos para terminar siempre en ti,
para fumar después del sexo,
y no tener que tocarnos mientras nos sentimos.
Para no tenernos que decir nunca adiós, amor, para eso te quiero.

1 comentario:

Killian Lovecraft dijo...

Nadie nos enseñó a amar, pero aprendimos de todas maneras.

J.