PRÓLOGO
Dormir sin sueño es tumbarse en la hierba de un bosque y dejar que la oscuridad te envuelva. Cuando duermes no escuchas ningún ruido, no oyes las voces, ni siquiera sientes el frío. Cuando duermes todo es exactamente como quieres que sea: inexacto, perpetuamente inexistente.
La muerte es algo parecido. Solo que a veces no quieres morir, Jace, a veces quieres vivir más que cualquier otra cosa. Pero la oscuridad es demasiado espesa y acabas durmiendo sin sueño en ti mismo.
1 comentario:
Una verdadera obra de arte, Alice.
J.
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