martes


Nos convertimos en carcasas blancas que no lloraban, mientras se nos corría la pintura del cuerpo.
Éramos el pueblo que olvidó componer versos. Incluso de Amor. Incluso de Muerte.
Se nos fue agrietando la máscara hasta picarnos la imposibilidad de quitárnosla, y, dominados, rehusamos el derecho de unir nuestras palabras, y enmudecimos. Quietos.
Nuestras manos se negaron a ahuecarse y sostener el agua, y así perdimos toda posibilidad de lavarnos el miedo.
 Jose Manuel Méndez (click)

Éramos seres pintados de blanco muertos de miedo, a la espera de encontrarnos en el otro..y revivir.





3 comentarios:

Gustavo Aguilar Alterno Espiraaaal dijo...

Muy linda, feliz navidad

Gabriel Montesinos dijo...

Estabas aquí.

David dijo...

Un reencuentro. Esta vez con agua en las manos para lavar ese miedo.
Me ha gustado mucho :)