Casualmente las dos teníamos la vida demasiado ocupada para antendernos. Nuestra amistad se convirtió entonces en un eterno mutismo, que solo se rompía cuando alguna de las dos llamaba para ser consolada por una voz que en aquellos momentos de soledad, a las dos nos parecía más lejana que nunca.
Pasaron los años, sí, ¿pero qué más da? Al final todo quedó en un triste tira y afloja en el que nadie jugaba por miedo a echar de menos.
8 comentarios:
Lamentablemente suele pasar asi, el tiempo crea pero tambien destruye =(
siempre nos tendriamos la una a la otra..
estar lejos no significaba un adiós...
A veces la amistad se mantiene, aunque pase periodos de mutismo. Y esa amistad es la mejor, la que esta asentada sobre algo fuerte.
Si no es asi... realmente da pena, mucha pena.
Wow. "Al final todo quedó en un triste tira y afloja en el que nadie jugaba por miedo a echar de menos."
Perfecto.
Siempre perfecto, Diane. Y cierto.
Por miedo a echar de menos..
y como duele.
:(
P.
Para ganar hay que arriesgar..
Publicar un comentario