Creo que en realidad, todos nacemos ciegos. Y que es después cuando esa persona llega y te abre los ojos a base de inyectarte dolor y realidad en las venas. Entonces es cuando al fin ves los colores, cuando también hay felicidad. Porque tiene que haberla, no es un sueño imposible. Creo que todo radica en esto: En una infinita venda en los ojos que no te deja de contar la interminable sucesión de días que se abren frente a ti.
(que mal día)
5 comentarios:
Mañana va a ser mejor:)) sí:))) aunque sea un lío, será mejor:)) muássss
Entre mas oscuro este, mas pronto saldra el sol. =)
que gran verdad, nacemos ciegos y nos abren los ojos aunque no queramos
te sigo, por supuestisimo que si
A muchos nos pasa :D
besos!
¡A quitarsela se ha dicho! No hay que esperar a nada ni a nadie, uno mismo se la puede quitar, seguro.
Un muá(h) grande que no te quepa en la habitación!
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