Hugo se fue de casa y no ha vuelto hasta hace un par de horas. Otra vez ha salido en busca de esa muñeca de porcelana con mirada perversa que todo coleccionista hubiera querido tener.
Ha llegado roto y dolorido, y destrozado otra vez. Se ha dejado caer en el sofá y ha llorado de amargura y amor hasta que Carolina ha vuelto a casa y lo ha abrazado, aliviando su dolor. Y cuando Hugo ha caido rendido en sus brazos ella ha retomado su llanto y se ha puesto a llorar. Dios sabe por quién.
12 comentarios:
Lágrimas ajenas!
Las lágrimas d una mujer siempre serán íntimas
Presiento que una Carolina habita en mi interior :))
Me gustó tu texto
Saludos linda
Que bello ah, me agrada carolina, en especial por que se parece mucho a mi nombre (Carol) jeje. Nos leemos. Besoo!
sus lagrimas no son mutuas..
no van para la misma persona..
Demasiadas lágrimas derramadas es mortal para el corazón.
Mientras lloren juntos...
Un muá :)
Lo bueno es que se tienen a ambos para consolarse...
Jodida dicotomía del ser, personas distantes y personas en el instante preciso...
Amor, sentimientos, desahogo, ahogarse, sufrir, sentirse consolado... una verdadera ruleta rusa, que sintetizas de sensualizando las palabras...
¡Cuánto duele el amor a veces!
Te envío tres besos púrpuras: uno para Hugo, otro para Carolina (que andan llorando los dos) y el último para ti, el más gordote de todos :)
* Seguirás leyendo cosas de Miguel :)
Dios, que bonito.Porque dolerá tanto?
te quiero! :)
intenso!!
sin dudas regresare a leerte.
Un saludo desde la lejania.
el amÖr siempre termina dÖliendÖ, será que debe ser asi? pöbre hugö , pÖbre? a fin de cuentas tiene a carÖlina , aunque sea acömpañada de lagrimas....saludÖs!
el amÖr siempre termina dÖliendÖ, será que debe ser asi? pöbre hugö , pÖbre? a fin de cuentas tiene a carÖlina , aunque sea acömpañada de lagrimas....saludÖs!
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