sábado

Se acabó, Él.

"Pensé que podríamos volver a intentarlo. Aunque siempre saliera mal, pensé que podríamos, algún día de esos remotos, hacerlo bien. 
Pensé que mis metas, mis ilusiones y mis esperanzas no se verían derrumbadas tan pronto. Bueno, quizás mis ilusiones sí. 
Fallé; como fallan las hojas amarillas de un árbol ya muerto. Tocan el suelo; se van. 
Mi mundo, mi realidad, se rompió cuando dijiste "sí" y ya fue definitivo. Oí a mi última esperanza agonizar en mi pecho y caer rota.
No sé que será de mí mañana, ni pasado, ni dentro de un mes. Solo hay un vacío enorme y una sonrisa triste. Solo tengo miedo de quedarme tan rota como tú y no poder recomponerme.

Pensé; y por soñar, por pensar y por quererte, me equivoqué. 
Me han dicho que escriba, que así lograré dejar de llorar"

Él leyó las últimas palabras de una carta que estaba escrita con tanta amargura que le dolió el corazón. Y lloró. Lloró como si fuera la primera vez que lo hacía en toda su vida. Lloró por Ella y lloró por él.

8 comentarios:

El Drac dijo...

Uuauu!! parece una novela de amor. Se separan es ineludible el adiós pero ambos se parten del dolor y no pueden remediarlo, no se pueden quedar juntos a pesar del dolor. Simplemente me encantó. Un abrazo

Patricia Nájera dijo...

:( me ha sabido a tristeza pura

Anónimo dijo...

Y por ese "nosotros" que se respiraba en cada letra. Seguro.

Un muá(h) y un sugu de piña!

Srta. Liv dijo...

Muy triste, pero hermoso.

Espia Rusa dijo...
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Anónimo dijo...

Es tan bello y a la vez tan triste... me ha encantado. ^^

Sara Carmona dijo...

Me ha gustado muchísimo. Pero mucho, mucho...
Es flipante como has conseguido que se me pongan los pelos de punta y se me encoja el corazón con unas simples palabras.
Gracias por regalarme esta sensación.
Eres realmente buena. ^^

carmeloti dijo...

Bendita sea tu pluma, aunque me haya destrozado, no te imaginas lo bien que describes esa sención, la conozco personalmente, me la han presentado no hace mucho y anoche estuve con ella de frente...

A veces no solo basta el AMOR, ese motor retorcido, que aunque este y sangre puede ser correspondido, pero no entendido, dos que sufren por ser un NOSOTROS, pero son dos yo en conjuto pero separado.

Duele, desgarra y mata.