viernes

Que te quiero ¿no lo ves?

Ella miró como dormía y acarició su pecho. Pum, pumpum, pum. Parecía que su corazón seguía intacto, no como el de ella.
Hoy Él había vuelto. Quizás fue porque ya se cansó de la otra, o por alguna razón que Ella todavía no logra comprender. Lo que sí sabe es que están de nuevo allí desnudos, pero que esta vez no es la esquina de la panadería, el bar de enfrente o el apartamento de Ella. Él la ha llevado a su casa, aunque le ha dicho que no toque nada.
¿Y qué iba a tocar Ella que no fuera a él? Pues quizás, pequeña Ella, las bragas de Amanda que están bajo la cama, escondidas, o el pintalabios rojo que se quedó en el armarito blanco del baño.
Pero ahora está ocupada contando los compases que diriguen la respiración de Él. Hasta que se despierta.
- ¿Qué haces?
- Quererte ¿no lo ves?- sonríe Ella.

13 comentarios:

. dijo...

Pues ya debería de haberse Él dado cuenta, ya...

Un muá :)

Espia Rusa dijo...

Y escribiendo esto, de verdad, parece que me conoces y sabes lo que vivo.
Me encanta:)

Patricia Nájera dijo...

y será mejor que no vea esas bragas ni ese pintalabios, pueden herirla :(
Él no se da cuenta de lo que tiene.

Chrístopher Talot dijo...

Sí lo ve, pero no quiere verlo. Seguramente también meterá su amor debajo de la cama (a acumular polvo y años).

Paula Mortise. dijo...

¿Por qué todo lo que escribes, todo, tiene ese aire lírico, mágico, y sensual?
Espero que lo pases bien, ya sabes.

Sonia Ruiz dijo...

Las cosas que no vemos no nos hacen daños hasta que abres los ojos de golpe.

Besos

Zazish dijo...

Eso, ¿no lo ve?

Yettunde dijo...

Que ingenua..., como todas.
Me gusta:) te sigo;)

Anónimo dijo...

para conocer a una persona solo hace falta mirar bajo la cama, muás

Débora Sandoval dijo...

"Que te quiero, llevo tu sinfonía, pero no la oyes, aunque seas tú quien la compone"

Hermoso escrito preciosa
saludos

El Drac dijo...

Y quién es?? la amante??

Anónimo dijo...

Yo espero que lo vea y le duela un poco el corazón.

Un muá(h) y un sugu de frambuesa!

carmeloti dijo...

La gratuidad de compartir sin reclamar, de amar sin pretender amarrar, de sufrir en silencio las marcas de otros labios en lo que tu mueres cada noche...

La bragas de Amanda y su pintalabios, aun sin verlos se palman, aun si saberlos se adhiren al pensamiento, y aunque ultrajada sabe que lo único que le queda es quererlo...