Y quizás pienses que soy estúpido, que te daré la razón. Porque estoy tan enamorado de tí y soy tan jodidamente gilipollas (sobretodo esto último) que no me di cuenta de que te necesitaba hasta que cruzaste esa maldita puerta. Y ojalá nunca lo hubieses hecho, porque no tienes ni idea de cuento echo de menos esas noches en vela y aquellos susurros. Los besos, las caricias, el sexo desenfranado.
Todavía me acuerdo de cómo nos conocímos; ahogando nuestras penas en unas cervezas de más y sin ganas de salir del bar y enfrentarnos a la lluvia y la soledad.
Y ninguno imaginaba que acabaríamos en la cama ¿eh? No, claro, tú sí; porque eres experta en esas cosas, me digiste. Y porque te gustaba hacerme sufrir.
Pero lo que estoy seguro de que no sabías era lo de nuestros paseos por la Luna y eso de que eras una soñadora con talento innato para volverme loco. Recuerdo que no sabías si mis ganas de follar eran producto de la locura o la necesidad de no apartarme de tu piel.
Y a veces, cuando vuelvo al mismo bar y pido la misma marca de cerveza, me pregunto por qué no te seguí.
Carlos
13 comentarios:
Pobre Carlos, ya ha contraido la enfermedad del amor.
Tal vez algún día a Ann también le entre melancolía y vuelvan a encontrarse allí. Así que dile a Carlos que siga frecuentando el bar.
rayos Carlos! X__x
Que lindo...
jo.. qe bonitoo.. (L)
Y qué olor tan fantástico, Ann.
miausconmemoriadepez
Realmente me encantó este blog.
Y pobre de carlos que no la siguio...
Y la recuerda tanto como el día de ayer...
Ann es que me encanta.
y al fin y al cabo, todo pasa por una razon ¿NO?
besos!
pasas x mi blog¿? =)
Interesante, sí señor.
Sí, debería haberla seguido. Pero a menudo caemos en la cuenta después de fallar. En eso consiste nuestra naturaleza, entre otras muchas virtudes.
Me ha encantado :)
Te sigo, ¿vale?
¡Un beso!
Más vale tarde que nunca! Si la vuelves a ver, síguela!
Un besito!!
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