Una vez, en la cama, le pregunté que si se arrepentía de lo nuestro. ¿Y sabeís que me contestó?
"- De lo único que me arrepiento, X, es de ser tan estúpida como para seguir con un hombre que me pega."
Todo su cuerpo estaba marcado con arañazos y golpes. Dolía solo con verlo."-¿Qué ocurre?" le pregunté. Se había quedando mirando nuestras manos enlazadas.
Dos horas después salía por la puerta. Nunca más volví a verla.
Lucía se había casando de vivir.
1 comentario:
no me gusta este texto,lo siento mucho...
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