Aprendí, hace tiempo, a ver el mundo de maneras diferentes. Me gustaba, aunque no lo creas, observar desde las sombras y aprender lecciones que nunca fueron aplicadas a mi persona. Aprendí a soñar con seres fantásticos y amores imposibles. Viajaba con hadas y silfos, volaba a lomos de dragones.
Mi nombre es Michelle y soy todo lo contrario a normal. A veces, los magos debemos escondernos del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario