- No queda mucho tiempo.
- ¿Me estás diciendo adiós?
- ¿No es eso lo que me dijiste que hiciera?
- Sí, pero...
- ¿Pero qué? Jamás me creerás si te digo que te echaré de menos
- ... Es para siempre ¿verdad?
- Sí.
- Tengo miedo.
- No lo tengas. Si eso pasa, estaremos contigo.
Fue una promesa que jamás cumplió. Al día siguiente, solo había oscuridad....
- ¿Sabes qué? No quiero saberlo. Prefiero no aceptar la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario