martes

Me miran tus ojos de paisaje y de luz,
mientras me sostengo en la noche.
Gotas de rocío dibujan los lunares
que en carrera se deslizan por tu cuerpo.
Mi alma no puede contenerte; 
el amor desploma al cuerpo vacío 
y me hundo en la arena.
Paso los días buscando las huellas de tu aroma
en los confines de mi misma;
para amanecer sedienta,
para romper el ordenado envase que me envuelve 
y no encuentra tu luz
El amor no puede contenernos. 
Largos y vastos días se agrietan en tu piel mientras te inspiro,
y tu cascada de ondas negras riega mi anhelo de tí.
Al anochecer, 
desbordo pensamientos en los mapas que me guían,
derramando carmesí sobre mis penas,
recordando la caricia que has dejado atrás.


No hay comentarios: