martes

Tenía tanto miedo que aunque me propusiera buscar soluciones mis pasos hacia ellos se disolvían en el agua antes de llegar, sinónimo de que el olvido no es más que una enfermedad de mentes corrompidas que nunca te deja, haciéndole compañía a los recuerdos.
Porque era verdad, mi miedo no era más que una excusa que tejía mi mente o las circunstancias que se abrían ante mí para permitirme un respiro y no admitir que estaba perdida, que llevaba perdida desde hacía mucho y que todo mi ser ya se había cansado de esa dulce anestesía que te proporciona la indiferencia.
Y el día que decidí guardar mis lágrimas, no supe. Fue un tiempo en el que me veía tan sola que antes de morir de pena ni siquiera tuve fuerzas para luchar por mí misma.Supongo que al final esa batalla estúpida que no libré acabó conmigo.

3 comentarios:

.A dijo...

el silencio se mueve..

Bika Thraumer dijo...

que triste es que acabe todo asi

Zazish dijo...

"Supongo que al final esa batalla estúpida que no libré acabó conmigo."

Me encanta esa frase.