lunes

Marta es otra que la compara con la lluvia.

¿Sabes? Cuando no estaba solía compararla con la lluvia, con gotas. Nunca le ha gustado la lluvia. Ni el frío, ni el helado derretido. Prefiere salir por ahí (sola, claro) y sentarse a disfrutar de los rayos del Sol. Por eso cuando no está lo compara con todas esas lágrimas transparentes que caen del cielo. Y las preguntas, las olvida. Y los recuerdos, los guarda en cajas de terciopelo negro, no muy al fondo del cajón que tiene a su derecha. Porque cuando está triste suele sacarlos, haber si le sale ya esa maldita sonrisa y atrae de una vez a una nueva musa.
No puede escribir sin musa; ni de juegos prohibidos, ni de estrellas, ni de nada de nada. Blanco. Cero. Silencio.
A veces ¿sabes lo que hace? Suele sentarse en la silla y comienza a dar vueltas; sin sonreir, sin darse cuenta. Y espera. Antes llamaba a la imaginación, ya no. ¡Claro que no! Ahora comprende que es porque su musa no está.
Otra veces se levanta mareada y se asoma a la ventana. Y quizás, si tiene buena suerte y no ve ese día demasiado lluvioso, te escribe alguna cosita con doble sentido, de esas que se le dan medinamente bien.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también soy de las que les gusta más los rayos de sol que los días congelados.

Un muá(h) enorme para ti!

Carlota dijo...

¿De esas que solo pillan algunas personas?

bixitoluminoso dijo...

me recuerda a mi, cuando dices q se asoma a la ventana...

ojala encuentre su musa...

~Valeria Fluorescent. dijo...

¡Pero si los días con lluvia no son tan malos!

Patricia Nájera dijo...

Dana también es un poco así, de escribirle a su musa con doble sentido. Y de perderla muy a menudo claro.

Muac!

Débora Sandoval dijo...

Al asomarme a la ventana..
ahí decido de qué color quiero que sea el día,
aunque hay días en que él mismo lo domina :))

saludos linda

Zazish dijo...

Que salga el sol de una vez. Y que las musas se replanteen eso de abandonarla tanto, que no es justo.

. dijo...

quiero cositas de esas, de doble sentido :)

un muá.