martes

¿Habéis sentido alguna vez que no podéis más? ¿Algunas vez habéis querido que el tiempo se parase y desaparecer durante un único minuto? Yo sí y quizás sea por eso que estoy aquí. No sé muy bien donde me encuentro, pues perdí el Norte hace ya rato, solo sé que me encanta este lugar. Es simplemente maravilloso. ¿Y cómo describirlo? Creo que aquí el color verde es el amo del lugar y ¿sabéis que? La hierba es suave y me hace cosquillas en los pies. Sí sí, estoy descalza.
Ahora sentada puedo contemplarlo todo mejor. Su gran lago de aguas cristalinas, con sus peces de colores chillones. En la orilla hay pequeñas piedrecitas grises que relucen a la luz del sol, porque si miráis hacia arriba podéis ver un cielo azul, moteado con pequeñas nubes blancas y espumosas. Tan tan espumosas que me dan ganas de saber volar y tirarme sobre ellas y saltar. Si, ya sé que es una locura teniendo en cuenta que tengo vértigo, pero que queréis, no podéis culparme por soñar.
Aquí puedes ver pájaros de toda clase y tamaños, desde gorriones a grandes águilas. Me gusta cuando cantan, pues junto con el sonido de la cascada que se encuentra al fondo hace una bella melodía. Lukas diría que es el sonido de la naturaleza, pero ya sabéis, él no está aquí.
Cierro los ojos y disfruto de la suave brisa que da en mi cara. Trae el aroma de los eucaliptos que hay junto a la cascada, un poco más allá. Y junto a mí, una paleta de colores. Las flores, al mirarlas, parecen sonreírme. Les devuelvo la sonrisa, girando la cabeza hacia la cascada. Es preciosa. El agua cae deprisa, pero yo puedo ver como algunas gotitas se escapan, salpicando la pared de roca negra. La hierba de alrededor tiene algunas de esas gotitas, que a la luz del sol forman pequeños arcoiris. Cuando el agua cae, emitiendo ese sonido tan peculiar, una espuma aparece, tan blanca como la nieve. Y luego todo se queda tranquilo. Las aguas se desplazan lentamente hacia la orilla con un suave balanceo.
Me tumbo, con un largo suspiro. Así, si abro los ojos, puedo ver las copas de los árboles que se encuentran detrás mía. Eucaliptos y todo tipo de árboles frutales lucen sus grandes ramas. Casi parece que las estiran para darme esta agradable sombra que estoy disfrutando.
Sí, la verdad que es maravilloso. Pero ahora solo falta que me expliqueis por qué no puedo dejar de sentirme triste.













































Siempre faltas tú-

1 comentario:

Mente. dijo...

Ya te dije que me encanta este texto y porque se sentia sola^^Ale,ya he firmado luego actualizare yo si eso xD



E:Ya no se lo que se
D:¿?¿?¿Que...?
E:¿De verdad he dicho yo eso?xDD